Un gran aliado de la protesta, la rebeldía y la indignación ha sido el arte. A través de esta disciplina se ha logrado plasmar la inconformidad, expresar los conflictos sociales.
Por Ulrich Richter Morales
La protesta creativa consiste en manifestarse con métodos más
susceptibles de llamar la atención que una pancarta y un megáfono. Así lo han
hecho actrices como Pamela Anderson, Eva Mendes y Christina Applegate, entre
otras, quienes se mostraron casi desnudas ante la mirada de extraños como parte
de las protestas organizadas por el grupo People
for the Ethical Treatment of Animals (PETA), o las tres integrantes del
colectivo feminista ruso Pussy Riot
que, en febrero de 2012, en protesta por la reelección de Vladimir Putin,
entraron en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, de la Iglesia ortodoxa
rusa, hicieron la señal de la cruz y una reverencia ante el altar e
interpretaron una canción, lo que llevó a su encarcelamiento y posterior
liberación a causa de la indignación mundial por su arresto.
Otro ejemplo es el de Inna Shevchenko, líder de Femen, movimiento feminista fundado en
2008 en Ucrania, que lucha por la equidad de género, quien se valió de su
desnudez para ser escuchada (@FEMEN_Mo vement). De ella dice Álex Vicente:
"Su protesta se sirve de la desnudez, convertida en una arma
antipatriarcal y lucha mediática". Inna Shevchenko declaró: "Al
principio no quería hacerlo. Yo no hago topless ni en la playa. Pero nos dimos
cuenta de la respuesta de los medios y decidimos utilizarlo en nuestro favor.
Si fuéramos vestidas, no nos harían ni la mitad de caso. [...] No somos
intelectuales, sino que priorizamos la acción directa. El feminismo no puede
quedar reducido a libros y conferencias. Tiene que estar en la calle".
Kat Banyard, coordinadora de UK Feminista, asegura a su vez
que "no todo el mundo nace con la habilidad de coger un megáfono y ponerse
a gritar en plena calle". Esta activista, calificada como una de las
feministas más influyentes del Reino Unido, afirma que su misión es
"enseñar tácticas para desarrollar un activismo efectivo, explicando lo
que ha funcionado desde las sufragistas hasta los tiempos de la red social
Twitter (@femen.esp). Incluso, en su ideario apunta que la participación del
sexo opuesto es vital para llevar a cabo la transformación social.
Un ejemplo más de protesta creativa lo tenemos en la
plataforma online Hollaback,
"pensada para recibir las denuncias de agresiones sexuales en plena calle,
desde un intento de violación hasta un piropo supuestamente inofensivo".
Las imágenes son más elocuentes:
Scout Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore, publicó en Twitter dos fotos de sí misma caminando
en la calle con el torso desnudo para protestar contra la política de censura
de la red social.
La imagen de Scout Willis, hija de los actores Bruce Willis y
Demi Moore, no sólo fue materia de polémica, sino que además fue censurada y bajada
de la red social, ya que los términos de uso de Instagram prohiben a sus
miembros subir fotos de desnudos totales o parciales.
EL ARTE EN LA PROTESTA
Un gran aliado de la protesta, la rebeldía y la indignación
ha sido el arte. A través de esta disciplina se ha logrado plasmar la
inconformidad, expresar los conflictos sociales. Esto se da mediante alegorías
y simbolismos que dejan ver realidades como la pobreza, la violencia y la
exclusión, a partir de una propuesta de transformación basada en una
perspectiva artística, que busca hacerse del entendimiento de los espectadores
o, como mínimo, generar una reflexión o crítica o plasmar un movimiento.
La protesta se convierte en arte con el activismo creativo.
Esto ocurre gracias a que el arte, siendo una forma de expresión libre, nos
propone hacer conciencia sobre diversas inquietudes humanas. A través de esta
disciplina es posible hacer presentes la justicia o la injusticia, la protesta
o la indignación, la paz y la ética que se ausentan ante la violencia
estructural y la descomposición dentro de las sociedades.
"¿Cómo el arte se usa como herramienta de la
protesta?", se pregunta Areli Rojas. "Pues existen artistas de
protesta que provocan y retan a través de una gran variedad de medios visuales
y de representaciones, sus visiones sobre política, aspectos sociales y
experiencias personales. Su arte es subversivo y [...] suele ser chocante para
el statu quo; sin duda su meta es crear obras que sean agentes de cambio, no
sólo en su entorno inmediato sino en el mundo. El arte de protesta se ha vuelto
un espacio para inquietudes, sean políticas, económicas, sociales o personales."
Es imposible dejar de mencionar la pintura como medio de protesta,
ámbito en el que sobresale el Guernica, "obra del pintor español Pablo
Picasso, creador del cubismo y explorador de nuevos estilos y técnicas. [...]
Representa la masacre que hubo en 1937 en el pueblo de Guernica, al norte de
España, que durante la guerra civil española sufrió un bombardeo de aviones
alemanes por un periodo de tres horas, causando una de las peores masacres en
la historia (1,645 personas muertas). Fue el primer bombardeo en contra de una
población civil indefensa, que utilizó métodos de guerra moderna".
El recién fallecido artista plástico mexicano Juan Soriano,
llamado el perpetuo rebelde por su amigo Sergio Pitol, perteneció a la Liga de
Escritores y Artistas Revolucionarios (LLAR), mismos que difundían ideas
revolucionarias en sus escritos y trabajos artísticos y a la que también pertenecieron,
entre otros, Leopoldo Méndez, Luis Arenal Bastar, Juan de la Cabada, Pablo
O'Higgins, Xavier Guerrero, Ermilo Abreu Gómez, Alfredo Zalce, Fernando Gamboa,
Santos Balmori y Clara Porset.
Los muralistas de nuestro país están muy ligados a la
rebeldía. Basta citar el ejemplo del reclamo público lanzado contra la obra de
José Vasconcelos el 23 de julio de 1923:
Firman una protesta pública José Clemente Orozco, Diego Rivera, Jean
Charlot, Amado de la Cueva, Roberto Montenegro, Xavier Guerrero, Carlos Mérida,
Fermín Revueltas, [David Alfaro] Siqueiros, [Manuel] Rodríguez Lozano, Emilio
Amero, Abraham Ángel y José García Uribe. La protesta señalaba la campaña
contra el movimiento de pintura, atacado por la ignorancia y la envidia,
infamia mal calculada que quería mezclar el movimiento con la política
personalista, cuando era en realidad la afirmación y expresión de la nacionalidad
del grupo, encontrando el gusto mexicano que lo norma acuerdo entre los hombres
civilizados; mezquinos enemigos que deben ser tratados como lo que son:
retardatarios, ignorantes y perjudiciales, sombra ideológica de aquellos que se
niegan a vacunar, a bañarse o a aprender el silabario.
De Diego Rivera, escribe Eduardo Barraza: "Con trazo
firme, realismo imponente y colores palpitantes, los personajes en los murales
de Rivera suspiran, gimen vida. Desde la frialdad de las superficies
impregnadas de talento, la sangre de los héroes y heroínas salpica el
despotismo de los tiranos; el sudor del peón y el arrojo de la soldadera se infiltran
en el traje del catrín. Imponentes y estacionarios, los oprimidos y los
opresores, los dictadores y los revolucionarios, los cobardes y los valientes,
la gente del pueblo y los aristócratas, se presentan en el escenario ineludible
de la vida; asumen cada cual su rol. Suspendidos en el tiempo, nos miran con
dinamismo inerte. Y Rivera así erige el archivo visual de la nación, sobre los
muros."
* De la Protesta a la Participación Ciudadana, Oceáno, México, 2014 http://www.oceano.mx/ficha-libro.aspx?id=12669
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