martes, 24 de junio de 2014

NUEVOS INSTRUMENTOS DEL PODER CIUDADANO



Ya hemos examinado en este Blog las distintas herramientas con las que ya contamos las ciudadanas y ciudadanos para ejercer nuestro poder,  de modo que ahora toca explorar aquellas que aún no podemos utilizar.

Me refiero a instrumentos legales que no están del todo aprobadas en la ley: las candidaturas ciudadanas, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa popular, la revocación de mandato, la segunda vuelta y la reelección.

Si bien aún no podamos acceder a esos instrumentos en plenitud, las Constituciones de algunos estados y el estatuto de gobierno del Distrito Federal ya reconocen algunos de estos derechos ciudadanos.

REFERÉNDUM 

Indica el diccionario electoral CAPEI: "Del latín referendum, de referre: referir. Institución política mediante la cual el pueblo, el cuerpo electoral, opina sobre, aprueba o rechaza una decisión de sus representantes elegidos para asambleas constituyentes o legislativas".

Ejemplos de referéndum son los de 1988 en Chile, donde se votó por la continuidad o no de Augusto Pinochet en la presidencia; de 2003, cuando Andrés Manuel López Obrador convocó a los habitantes del Distrito Federal a votar sobre la continuidad o no de su gobierno tres años más, y ganó con más de setenta y cinco por ciento de los votos; de 2004, cuando se convocó a los votantes en Venezuela a evaluar el desempeño del presidente Hugo Chávez, quien resultó ganador; de 2006, sobre el aumento del canal de Panamá, el cual fue aprobado; de 2007, para aprobar o no en Costa Rica el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, así como los diversos referéndums de ratificación del tratado de la Constitución de Europa en varios países de Unión Europea. 

PLEBISCITO

En la actualidad, en los regímenes democráticos, el plebiscito funciona como un procedimiento de consulta directa a las personas sobre algún asunto político de excepcional importancia en la vida colectiva, que por comprometer el destino nacional, requiere el expreso consentimiento de los ciudadanos. Como medio de expresión de opinión popular, el plebiscito es una genuina manifestación de democracia directa.

Por este medio, entonces, los gobernantes someten a la consideración popular un asunto de Estado generalmente político o administrativo, pero no de naturaleza legislativa, para su aprobación, rechazo o deliberación. El gobernante no está obligado al resultado del plebiscito, pero éste es un indicador político importante del sentir social.

Como ejemplo está el plebiscito que promovieron los vecinos de las Lomas de Chapultepec y Molino del Rey, en el Distrito Federal, que se opusieron a la construcción de la Torre Pedregal 24.

INICIATIVA POPULAR

La iniciativa popular sirve para que los ciudadanos hagan propuestas de ley o de modificaciones a la legislación. Puede haber iniciativas para reformar la Constitución. Los representantes están obligados a considerar dichas iniciativas o se obligan a hacer contrapropuestas que reconsideren las iniciativas populares o las mejoren.

En nuestro país, hemos tenido ya un caso notable de iniciativa ciudadana, que derivó en la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución, y se lo debemos a los ciudadanos Alejandro Martí e Isabel Miranda de Wallace. Esta iniciativa se originó en la parálisis de los legisladores, quienes no tomaban las medidas necesarias para frenar la inseguridad, específicamente en lo que toca al secuestro. Las acciones de Wallace y Martí muestran que no hay que desestimar esta importante figura legal, aunque sea por la vía de la presión.

REVOCACIÓN DE MANDATO

Este procedimiento sirve para que los ciudadanos depongan a un representante o autoridad administrativa. La dimisión es obligatoria.

La revocación de mandato sería fundamental para obtener resultados de nuestros gobernantes. Después de todo, si los ciudadanos los hemos elegido, deberíamos poder removerlos de su cargo si no estamos satisfechos. Alejandro Martí, presidente de la organización ciudadana México SOS, ha expresado lo mismo, pero de otra forma, en una frase que se ha hecho célebre: "Si no pueden, renuncien".

Yo estoy a favor de este instrumento. En la iniciativa privada, por ejemplo, cualquier empleado o directivo está sujeto a ser remplazado si no es efectivo en su trabajo. Los resultados son lo que importa, no los pretextos.

CANDIDATURAS CIUDADANAS E INDEPENDIENTES

Ahora habría que establecer mecanismos claros para la financiación de los candidatos ciudadanos. Éste no es un tema sencillo, pero debemos abrir los espacios para que, al margen de un partido político, ciudadanas y ciudadanos puedan acceder a algún cargo público de elección popular. 

SEGUNDA VUELTA ELECTORAL

Considero viable el que se logre esta reforma, sobre todo para evitar las grandes dudas que pesan, por ejemplo, sobre los resultados de las elecciones presidenciales en México de 1988 y de 2006. 

REELECCIÓN

Este importante instrumento ciudadano ya se discute actualmente en los Congresos y avanza con distintos grados hacia su consolidación; por lo menos, en lo que que corresponde a legisladores.

Sí, porque aquella frase que imperó durante muchos años: "sufragio efectivo, no reelección", ha venido quedando en el pasado, y hoy son muchas las voces que proponen que nuestros legisladores puedan ser elegidos de nueva cuenta, y de esta manera "premiar" o "castigar" sus respectivas trayectorias.

Hay muchas posturas a favor de este instrumento, puesto que es evidente que los ciudadanos solamente reelegiríamos al diputado o diputada que nos proporcionara auténticos resultados. ¿No lo creen así?

miércoles, 11 de junio de 2014

¿HAY UN “SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD” DE LOS MEXICANOS?



A menudo nos preguntamos por qué siempre nos quedamos a la mitad del camino, y ni siquiera en los mundiales de futbol --como éste, que comienza mañana-- vamos realmente seguros de que lograremos pasar a cuartos de final, y para colmo, sabemos que todavía muy frecuentemente fallamos los penalties...

Esta triste idea acerca de México también la extendemos hacia nuestra economía. Sí, porque también es verdad que siempre andamos pidiendo prestado y, no pocas veces, devaluamos nuestra moneda.

¿Verdad o mentira?

Pero lejos de seguir especulando sobre esto, pienso que no estaría nada mal que los mexicanos nos propusiéramos de una vez por todas lograr un cambio de mentalidad.

Dice Samuel Ramos en El perfil del hombre y cultura en México: 

He tratado de explicar que un cierto número de defectos muy generalizados en los mexicanos deben referirse a una causa común inconsciente: el sentimiento de inferioridad. En verdad, ese sentimiento no puede considerarse como una anormalidad psíquica peculiar y exclusiva de los mexicanos. Siendo los motivos que lo producen conflictos psicológicos de índole muy humana, el sentimiento de inferioridad aparece en hombres pertenecientes a todas las razas y nacionalidades. [...]


En una palabra, las reacciones del carácter frente al sentimiento de inferioridad conducen todas al individualismo y lesionan en mayor o menor grado los sentimientos hacia la comunidad. No se puede negar el hecho de que en México es débil el espíritu de cooperación y la disciplina a la colectividad. [...]


En donde hay un sentimiento de inferioridad surge la ambición desmedida del poder, que quiere decir la primacía en un mundo en que todas las cosas son vistas bajo la óptica de lo superior y lo inferior; la discordia aparece con su corolario de actividades negativas: el rencor, el odio, el resentimiento, la venganza.


La lucha por el poder en todas las esferas, grandes o pequeñas, en lo privado o en lo público, en el círculo, familiar o nacional, conduce frecuentemente al aislamiento, la misantropía, la neurosis, etcétera, etcétera.


Todos estos efectos traducen la inadaptación a la vida de la comunidad y es entonces de la mayor importancia que la escuela ayude a vencer el sentimiento de inferioridad desde que aparece en la niñez. 

En su reciente obra Mañana o pasado. El misterio de los mexicanos, Jorge G. Castañeda analiza bajo otro enfoque la apatía de los mexicanos." Qué mejor manera de cerrar este tema que con las palabras de Krishnamurti: 

La educación no se trata sólo de pasar unos exámenes, de conseguir una licenciatura, un empleo, para finalmente casarse y establecerse, sino que es asimismo saber escuchar a los pájaros, ver el cielo, la extraordinaria belleza de un árbol, la forma de las colinas; es sentirlo, estar real y directamente en contacto con eso. [...]


Pero si empiezan desde ahora a pensar, a observar, a aprender, no de los libros, sino a aprender de ustedes mismos, observando atentamente, escuchando todo lo que sucede a su alrededor, entonces, a medida que crezcan, se convertirán en humanos distintos, seres humanos que se interesen por las personas, que sientan afecto por ellas, que las amen.

MANUAL DEL PODER CIUDADANO

Una nueva fuerza ha comenzado a tomar las riendas de México. Es una forma de poder que ha puesto en evidencia la incapacidad del Estado para enfrentar los grandes problemas nacionales. Dicho ímpetu está representado por los ciudadanos.


Son los ciudadanos quienes comienzan a ocuparse del trabajo que la clase política no ha podido –o no ha querido– realizar. 


Haciendo a un lado los discursos abstractos y las visiones idealizadas de la sociedad, en nuestro Manual del Poder Ciudadano emprendemos un análisis concreto, objetivo y accesible del papel fundamental de la ciudadanía en una sociedad que requiere con urgencia un cambio de rumbo.


Te invito a leerlo a detalle. También a participar conmigo en este Blog.

martes, 3 de junio de 2014

FAMILIA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD



LA FAMILIA

La familia es la unidad social básica. Es dentro de la familia donde formamos nuestro carácter y establecemos nuestros valores.

El sociólogo Ely Chinoy resalta el papel del grupo familiar en la sociedad, pero también su diversidad: "A pesar de su presencia casi universal en la sociedad humana, las formas y funciones de la familia varían tan ampliamente que su significado particular debe ser verificado en cada caso específico.

A su vez, los terapeutas familiares Minuchin y Fishm han intentado explicar cómo se conforman los roles específicos de cada miembro familiar y cómo interactúan entre sí.

Entre los seres humanos, unirse para "coexistir" suele significar alguna suerte de grupo familiar. La familia es un grupo natural que en el curso del tiempo ha elaborado pautas de interacción. Éstas constituyen la estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca. La familia necesita una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, a saber, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia. 

La crisis por la que atraviesa la sociedad afecta a la familia, e incluso podría decirse que tiene parte de su origen en ella. Si la familia no es funcional o está llena de conflictos y agresividad, seguramente tendrá un efecto negativo en el desarrollo de los ciudadanos.

José Saramago, premio Nobel de literatura, profundiza a este respecto: 

En principio, según mi entender, de las familias, aunque sean analfabetas, habría que esperar la responsabilidad de dar educación a sus hijos. Esto no debe ser una fantasía más o menos lírica, bucólica, de un tiempo pasado en el que todo el mundo era bueno y, por tanto, todo el mundo podía dar lecciones vitales para enseñar a las nuevas generaciones a ser dignas y encarar la vida con rectitud; que la familia eduque debería ser tarea de ahora mismo, de hoy. Pero todos sabemos que, en líneas generales, esto no es posible, porque la familia está en crisis. [...] Éste es el problema: la familia y la sociedad en crisis, desmembrada una, perpleja la otra. Por tanto, en esta situación, la única salida que se ve en el horizonte es la escuela: el último refugio, la última esperanza. 

LA EDUCACIÓN

"Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado". Estas palabras son de José María Morelos y Pavón, quizá uno de los mejores hombres que ha dado nuestro país. Doscientos años después, su reflexión sigue siendo válida, pues otro de los componentes fundamentales del buen ciudadano es, sin duda, la educación. El problema está en que, importante como es, la clase gobernante la ha descuidado durante lustros. 

EDUCACIÓN Y SOCIEDAD

Señala Martín López Calva: 

La educación es la mediadora entre la sociedad y los individuos, es a través de ella que la sociedad va moldeando —de acuerdo a sus propias concepciones sobre lo humano— a los individuos, pero al mismo tiempo, la educación es también la mediadora entre los individuos y la sociedad, porque a través de ella o desde su influencia en los individuos, éstos van incidiendo y remodelando la sociedad que los moldea. 

Tanto la carencia de educación como su baja calidad ya han cobrado su factura en la sociedad. No hay que olvidar que el grado de educación que tenemos hoy moldeará a nuestra sociedad en el futuro.

En esta aventura ciudadana he insistido en la importancia de la educación de los ciudadanos y en que el cambio no se dará de un día para otro. En esto coincido plenamente con el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, quien señaló que verdadera reforma pendiente para el desarrollo del país es la reforma educativa, porque aquí es donde vamos a poder cambiar el futuro dentro de una o dos generaciones. En ese mismo sentido se ha pronunciado el actual rector de la UNAM, José Narro Robles, quien, con motivo de la celebración de los 100 años de la Universidad, hizo "una petición a los partidos políticos representados en el Congreso: buscar un acuerdo nacional para emprender el rescate social que México demanda.

Así como hubo un rescate bancario, debería haber un rescate de la misma magnitud en la educación. De nada sirven los discursos a favor de la educación si no se le dota, de calidad. Espíritu de la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto, del 26 de febrero de 2013, pero falta dotarla de un gran sentido de ciudadanía.

No se puede quedar fuera el tan criticado Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación —finalmente será más fácil sumar a todos que restar a cualquier actor en esta cruzada. Debido a su gran peso, el sindicato podría contribuir mucho, no olvidemos que incluso está fuertemente vinculado al partido político Nueva Alianza, incluso yo le cambiaría el nombre por el de "Nueva Alianza por la educación". Asimismo, los titulares de las Secretarías de Educación Pública, tanto el federal como los de las entidades federativas, deberían de sumarse a esta gran cruzada cívica. Evidentemente las universidades del país tendrán que unirse también, incluso algunas de ellas ya caminan por ese sendero. Es hora de cambiar el rumbo, de rectificar, es por México.

Para volver a José Saramago, quien durante su vida se mostró preocupado por los cambios sociales que tanta falta hacen a los países en vías de desarrollo, "el cambio no es sencillamente hacer más autovías, ni impulsar avances que nos proporcionen una vida más fácil; el cambio que necesitamos es de mentalidad.