A menudo nos preguntamos por qué
siempre nos quedamos a la mitad del camino, y ni siquiera en los mundiales de futbol --como éste, que comienza mañana-- vamos realmente seguros de que lograremos
pasar a cuartos de final, y para colmo, sabemos que todavía muy frecuentemente fallamos los penalties...
Esta triste idea acerca de México
también la extendemos hacia nuestra economía. Sí, porque también es verdad que siempre
andamos pidiendo prestado y, no pocas veces, devaluamos nuestra moneda.
¿Verdad o mentira?
Pero lejos de seguir
especulando sobre esto, pienso que no estaría nada mal que los mexicanos nos propusiéramos
de una vez por todas lograr un cambio de mentalidad.
Dice Samuel Ramos en El perfil
del hombre y cultura en México:
He tratado de explicar que un
cierto número de defectos muy generalizados en los mexicanos deben referirse a
una causa común inconsciente: el sentimiento de inferioridad. En verdad, ese
sentimiento no puede considerarse como una anormalidad psíquica peculiar y
exclusiva de los mexicanos. Siendo los motivos que lo producen conflictos
psicológicos de índole muy humana, el sentimiento de inferioridad aparece en
hombres pertenecientes a todas las razas y nacionalidades. [...]
En una palabra, las reacciones
del carácter frente al sentimiento de inferioridad conducen todas al
individualismo y lesionan en mayor o menor grado los sentimientos hacia la
comunidad. No se puede negar el hecho de que en México es débil el espíritu de
cooperación y la disciplina a la colectividad. [...]
En donde hay un sentimiento de
inferioridad surge la ambición desmedida del poder, que quiere decir la
primacía en un mundo en que todas las cosas son vistas bajo la óptica de lo
superior y lo inferior; la discordia aparece con su corolario de actividades
negativas: el rencor, el odio, el resentimiento, la venganza.
La lucha por el poder en todas
las esferas, grandes o pequeñas, en lo privado o en lo público, en el círculo,
familiar o nacional, conduce frecuentemente al aislamiento, la misantropía, la
neurosis, etcétera, etcétera.
Todos estos efectos traducen la
inadaptación a la vida de la comunidad y es entonces de la mayor importancia
que la escuela ayude a vencer el sentimiento de inferioridad desde que aparece
en la niñez.
En su reciente obra Mañana o
pasado. El misterio de los mexicanos, Jorge G. Castañeda analiza bajo otro
enfoque la apatía de los mexicanos." Qué mejor manera de cerrar este tema
que con las palabras de Krishnamurti:
La educación no se trata sólo de
pasar unos exámenes, de conseguir una licenciatura, un empleo, para finalmente
casarse y establecerse, sino que es asimismo saber escuchar a los pájaros, ver
el cielo, la extraordinaria belleza de un árbol, la forma de las colinas; es
sentirlo, estar real y directamente en contacto con eso. [...]
Pero si empiezan desde ahora a
pensar, a observar, a aprender, no de los libros, sino a aprender de ustedes
mismos, observando atentamente, escuchando todo lo que sucede a su alrededor,
entonces, a medida que crezcan, se convertirán en humanos distintos, seres
humanos que se interesen por las personas, que sientan afecto por ellas, que
las amen.
MANUAL DEL PODER CIUDADANO
Una nueva fuerza ha comenzado a
tomar las riendas de México. Es una forma de poder que ha puesto en evidencia
la incapacidad del Estado para enfrentar los grandes problemas nacionales.
Dicho ímpetu está representado por los ciudadanos.
Son los ciudadanos quienes
comienzan a ocuparse del trabajo que la clase política no ha podido –o no ha
querido– realizar.
Haciendo a un lado los discursos
abstractos y las visiones idealizadas de la sociedad, en nuestro Manual del
Poder Ciudadano emprendemos un análisis concreto, objetivo y accesible del
papel fundamental de la ciudadanía en una sociedad que requiere con urgencia un
cambio de rumbo.
Te invito a leerlo a detalle. También
a participar conmigo en este Blog.
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