martes, 3 de junio de 2014

FAMILIA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD



LA FAMILIA

La familia es la unidad social básica. Es dentro de la familia donde formamos nuestro carácter y establecemos nuestros valores.

El sociólogo Ely Chinoy resalta el papel del grupo familiar en la sociedad, pero también su diversidad: "A pesar de su presencia casi universal en la sociedad humana, las formas y funciones de la familia varían tan ampliamente que su significado particular debe ser verificado en cada caso específico.

A su vez, los terapeutas familiares Minuchin y Fishm han intentado explicar cómo se conforman los roles específicos de cada miembro familiar y cómo interactúan entre sí.

Entre los seres humanos, unirse para "coexistir" suele significar alguna suerte de grupo familiar. La familia es un grupo natural que en el curso del tiempo ha elaborado pautas de interacción. Éstas constituyen la estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca. La familia necesita una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, a saber, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia. 

La crisis por la que atraviesa la sociedad afecta a la familia, e incluso podría decirse que tiene parte de su origen en ella. Si la familia no es funcional o está llena de conflictos y agresividad, seguramente tendrá un efecto negativo en el desarrollo de los ciudadanos.

José Saramago, premio Nobel de literatura, profundiza a este respecto: 

En principio, según mi entender, de las familias, aunque sean analfabetas, habría que esperar la responsabilidad de dar educación a sus hijos. Esto no debe ser una fantasía más o menos lírica, bucólica, de un tiempo pasado en el que todo el mundo era bueno y, por tanto, todo el mundo podía dar lecciones vitales para enseñar a las nuevas generaciones a ser dignas y encarar la vida con rectitud; que la familia eduque debería ser tarea de ahora mismo, de hoy. Pero todos sabemos que, en líneas generales, esto no es posible, porque la familia está en crisis. [...] Éste es el problema: la familia y la sociedad en crisis, desmembrada una, perpleja la otra. Por tanto, en esta situación, la única salida que se ve en el horizonte es la escuela: el último refugio, la última esperanza. 

LA EDUCACIÓN

"Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado". Estas palabras son de José María Morelos y Pavón, quizá uno de los mejores hombres que ha dado nuestro país. Doscientos años después, su reflexión sigue siendo válida, pues otro de los componentes fundamentales del buen ciudadano es, sin duda, la educación. El problema está en que, importante como es, la clase gobernante la ha descuidado durante lustros. 

EDUCACIÓN Y SOCIEDAD

Señala Martín López Calva: 

La educación es la mediadora entre la sociedad y los individuos, es a través de ella que la sociedad va moldeando —de acuerdo a sus propias concepciones sobre lo humano— a los individuos, pero al mismo tiempo, la educación es también la mediadora entre los individuos y la sociedad, porque a través de ella o desde su influencia en los individuos, éstos van incidiendo y remodelando la sociedad que los moldea. 

Tanto la carencia de educación como su baja calidad ya han cobrado su factura en la sociedad. No hay que olvidar que el grado de educación que tenemos hoy moldeará a nuestra sociedad en el futuro.

En esta aventura ciudadana he insistido en la importancia de la educación de los ciudadanos y en que el cambio no se dará de un día para otro. En esto coincido plenamente con el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, quien señaló que verdadera reforma pendiente para el desarrollo del país es la reforma educativa, porque aquí es donde vamos a poder cambiar el futuro dentro de una o dos generaciones. En ese mismo sentido se ha pronunciado el actual rector de la UNAM, José Narro Robles, quien, con motivo de la celebración de los 100 años de la Universidad, hizo "una petición a los partidos políticos representados en el Congreso: buscar un acuerdo nacional para emprender el rescate social que México demanda.

Así como hubo un rescate bancario, debería haber un rescate de la misma magnitud en la educación. De nada sirven los discursos a favor de la educación si no se le dota, de calidad. Espíritu de la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto, del 26 de febrero de 2013, pero falta dotarla de un gran sentido de ciudadanía.

No se puede quedar fuera el tan criticado Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación —finalmente será más fácil sumar a todos que restar a cualquier actor en esta cruzada. Debido a su gran peso, el sindicato podría contribuir mucho, no olvidemos que incluso está fuertemente vinculado al partido político Nueva Alianza, incluso yo le cambiaría el nombre por el de "Nueva Alianza por la educación". Asimismo, los titulares de las Secretarías de Educación Pública, tanto el federal como los de las entidades federativas, deberían de sumarse a esta gran cruzada cívica. Evidentemente las universidades del país tendrán que unirse también, incluso algunas de ellas ya caminan por ese sendero. Es hora de cambiar el rumbo, de rectificar, es por México.

Para volver a José Saramago, quien durante su vida se mostró preocupado por los cambios sociales que tanta falta hacen a los países en vías de desarrollo, "el cambio no es sencillamente hacer más autovías, ni impulsar avances que nos proporcionen una vida más fácil; el cambio que necesitamos es de mentalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario