Nuestro Gobierno se ha caracterizado, en términos generales, por
ser un mal administrador. ¿Tienes alguna duda sobre ello?
Al respecto, tengo en mi libro Manual del Poder Ciudadano algunos ejemplos de gastos superfluos de Gobierno. Se trata de casos de 2010; sin embargo, todos estos aún siguen sin explicación:
Al respecto, tengo en mi libro Manual del Poder Ciudadano algunos ejemplos de gastos superfluos de Gobierno. Se trata de casos de 2010; sin embargo, todos estos aún siguen sin explicación:
Los mil quinientos millones de que gastó en cuatro años la Secretaría
de Relaciones Exteriores en rentas y servicios (agua, luz, teléfono) de las
representaciones diplomáticas en el mundo. (*)
Los excesivos gastos en publicidad de los gobernantes; por
ejemplo, en la pasada elección, el gobierno del estado Nuevo León gastó en spots, "al menos 622.2
millones de pesos” (*)
Los 280 millones de pesos en la proyección de la nueva sede
del Archivo General de la Nación. (*)
Las pérdidas de Petróleos Mexicanos
(Pemex), en 2010, por 57 mil millones de pesos. (*)
Los 25 millones de pesos que fueron entregados por el
gobierno de Ulises Ruiz, en Oaxaca, a funcionarios de la Secretaría de Salud
estatal como bono de fin de sexenio. (*)
Yo habría utilizado la mitad del presupuesto de los 30 mil millones
asignados al Consejo de la Judicatura Federal, en formar ciudadanos, ya que con
ello en alguna medida se reducirían los conflictos legales.
Los 5,619 millones de pesos erogados por el entonces IFE en 2010, de
un presupuesto de 8,631 millones, en gastos de operación. (*)
Los diez mil millones de pesos asignados al entonces IFE, mediante el
presupuesto de egresos de la federación que en nada promueve la cultura cívica,
mientras que los excesivos gastos de los partidos políticos quedan a fin de
cuentas en propaganda que se destina como basura.
La creación por el viejo IFE de un fondo, de 354.2 millones de
pesos, para renovar oficinas, como si el objeto social de esa institución fuera
ser una inmobiliaria, "lo que incluso podría actualizar un delito. (*)
Las pérdidas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
en facturas apócrifas, por 16 mil millones de pesos. (*)
Con estas sumas podríamos, por ejemplo, formar ciudadanos, hacer escuelas,
hospitales, etcétera, ¿no crees?
CREAR OBSERVATORIO CIUDADANO DEL AUDITOR SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN
Quizá no sepas que el Auditor Superior de la Federación es
el funcionario encargado de revisar todas las cuentas públicas; es decir, quien
supervisa cómo gastan sus recursos las dependencias del gobierno federal. Pues
bien, en virtud de la pésima administración por parte de la clase gobernante,
los ciudadanos deberíamos intervenir activamente en ella, pues el despilfarro
de recursos no tiene precedente.
Propongo, así, la formación de un Observador Ciudadano de la
Auditoria Superior de la Federación, que periódicamente, y con la ayuda de los
medios de comunicación, muestre a la ciudadanía los derroches que eventualmente
se cometan, buscando la reducción de esas prácticas.
Asimismo, sería deseable que pudiera darse parte a la PGR
para realizar investigaciones sobre irregularidades detectadas por el Auditor
Superior, pues como dice la ciudadana Leticia Varela "sólo hubo 11
consignaciones en 13 años".
PREFERIR EL BIEN PÚBLICO
Quisiera compartir contigo lo que Montesquieu llamaba amor a
la patria:
la virtud pública es una renuncia a sí mismos, lo más
difícil que hay. Se puede definir esta virtud diciendo qué es el amor a la
patria y a las leyes. Este amor, prefiriendo siempre el bien público al bien
propio, engendra todas las virtudes particulares, que consisten en aquella
diferencia.
Efectivamente, lo que nos ha faltado en nuestro país es que
todos pongamos el bien público sobre el bien propio.
....
(*) Referencias en Manual del Poder Ciudadano, Océano
Express, p 211-227
No hay comentarios:
Publicar un comentario